Los PERTE, claves para una transformación innovadora

Más allá de los datos macro de ejecución de los fondos públicos para financiar la I+D+i, que en ocasiones nos superan y nos pierden, quiero lanzar una reflexión positiva alrededor de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), al albur de las recientes noticias de resoluciones provisionales de ciertas convocatorias que dejan sin asignar una parte de su propio presupuesto. Se trata de los PERTE VEC 2023, Agro, Naval y otras convocatorias del PERTE ERHA.

Antes de todo, una aclaración. Los PERTE se concibieron en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia elaborado por el Gobierno con el propósito de gestionar los fondos Next Generation, que la Unión Europea desbloqueó a raíz de la pandemia. De hecho, los PERTE son programas en los que se publican convocatorias de ayudas a 12 sectores estratégicos, como el agroalimentario, el naval, el de la salud o del vehículo eléctrico. Estos programas están siendo liderados por diferentes ministerios. En los que gestiona Industria se han publicado ciertas convocatorias que, en el sector de la consultoría, solemos llamar también PERTE. De ahí la confusión que se genera a veces entre los programas y las convocatorias que llevan esta misma denominación.

Desde hace más de 36 años, en Zabala Innovation analizamos y asesoramos a nuestros clientes en programas de financiación pública. Este último bienio hemos constatado un aumento significativo de programas de ayudas, lo que ha permitido movilizar proyectos y empresas, y atraer inversión extranjera. Se trata de ayudas en I+D+i (todas las convocatorias de los PERTE de Industria financian la I+D); en inversiones para el despliegue de energías renovables, almacenamiento, movilidad o hidrógeno verde; en contratación de personal (como el programa Investigo); en inversiones de economía circular o en digitalización (como el muy conocido Kit-Digital).

Los beneficios de los proyectos PERTE

Estos programas están suponiendo un acicate para empresas de capital extranjero que se planteen invertir en España, como ha quedado meridiano en el caso de la china Envision. También resultan beneficiosos para los fabricantes de automóviles que quieran acelerar la fabricación de vehículos eléctricos, y contribuyen a las inversiones en vectores energéticos estratégicos como el hidrógeno renovable. A través de los PERTE, empresas del sector agroalimentario han colaborado por primera vez con centros tecnológicos y firmas de otro ámbito.

No solo las grandes empresas, sino también las pymes son las protagonistas de estas ayudas. Solicitarlas con éxito no es algo baladí, ya que es necesario estar al tanto de todas las convocatorias, conocer los trámites, presentar todos los documentos requeridos y entregarlos a tiempo. Al tener generalmente menos estructura, las pymes encuentran más obstáculos en este proceso. Para ello, sin embargo, siempre pueden contar con Zabala Innovation.

En cuanto a los Ayuntamientos, los hemos visto ponerse a trabajar fuerte en la definición de proyectos de sostenibilidad de los territorios que administran, activando al erario para definir planes competitivos y, a la postre, beneficiar de estos fondos.

Seguir el hilo

Es cierto que queda camino por recorrer y que siempre se puede hacer todo mejor. Que debían haberse cambiado las reglas y marcos de financiación con anterioridad, y que se debía haber aprovechado la oportunidad para mejorar la fiscalidad de actuaciones en I+D o en deducciones por inversiones medioambientales y otorgar un mayor reparto a las Comunidades Autónomas para que puedan gestionar programas. También es verdad que falta cierta claridad y visibilidad de los datos reales de impacto y ejecución de Next Generation EU.

No obstante, esta movilización de dinero público pone en valor la labor de muchos funcionarios de los diferentes ministerios y organismos estatales encargados de gestionarla (IDAE, CDTI, Fundación Biodiversidad y Red.es, entre muchos otros). Al lanzar convocatorias, evaluar proyectos, resolver dudas, atender a empresas, y al hacerlo con los mismos recursos de los que disponían antes de la pandemia, están demostrando su gran capacidad y actitud.

Espero y confío que dentro de unos años estemos orgullosos de los proyectos y de los resultados conseguidos. Mientras tanto, en lo que queda de 2023 y 2024, tendremos que seguir atentos a las publicaciones de las convocatorias y de los programas que vendrán, y no perder el hilo.