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Sostenibilidad

La transición es posible, con ayudas

Fernando Pérez El País
Fernando Pérez

Fernando Pérez

Director de la Unidad de Negocio de Programas Nacionales / Comité Ejecutivo

Compartimos las reflexiones que el director de Programas nacionales y de la oficina de Madrid de Zabala Innovation, Fernando Pérez, expuso en la mesa redonda “Sin ayudas, ¿es posible la transición?”, en el marco de Ecosistema Ahora, un evento organizado por el diario El País a finales del mes pasado.

 


 

Si la acción y la voluntad política, junto con la movilización de recursos privados, son piezas fundamentales para avanzar en la transición hacia la sostenibilidad, no es menos cierto que las ayudas públicas constituyen una clave ineludible de este largo y apasionante proceso. ¿Cuántas ideas disruptivas se quedarían en el tintero y cuántos proyectos innovadores no pasarían la fase de elaboración, si no fuera por los fondos que la colectividad pone a disposición de la I+D+i? Trabajamos diariamente con miles de empresas y organismos de todos los tamaños, en cualquier ámbito de actividad, y tenemos un conocimiento profundo de los numerosos programas que les apoyan en esta transición, por ello podemos decir que funcionan.

De hecho, la cantidad de ayudas disponibles es tal que algunos actores económicos como las pymes experimentan cierta dificultad en beneficiarse de ellas, ya que, por su tamaño y por el lugar que ocupa la I+D+i en su estructura, a menudo desconocen su existencia. Una vez han tenido acceso a los fondos públicos, sin embargo, reciben un gran impulso para lanzar proyectos que, de otra manera, les resultaría muy complicado llevar a cabo.

El impacto del apoyo financiero público es también significativo en el ámbito de la energía. No es por casualidad que el IDAE – el organismo que gestiona gran parte del dinero público para actuaciones en este campo – ha multiplicado por 10 su presupuesto en estos tres últimos años. El resultado son convocatorias que, en algunos casos, superan los 200 millones de euros para proyectos de diverso tipo y calado (despliegue de tecnologías, inversión e I+D, entre otros).

Este tipo de ayudas se destinan a diversas actuaciones tales como mejora de la eficiencia energética, no solo en el contexto empresarial, sino también en ayuntamientos y particulares, o la generación de energía, con el objetivo de cambiar el mix de generación y orientarlo más hacia las renovables.

A finales de este mes, por ejemplo, cerrará una convocatoria que se centra en las instalaciones de generación eléctrica a partir de fuentes renovables en las islas Canarias. Siempre a finales de julio, caducará el plazo de presentación a la segunda convocatoria del programa de incentivos a proyectos pioneros y singulares de hidrógeno renovable (H2 Pioneros), cuyo presupuesto alcanza 150 millones de euros.

El almacenamiento de energía es otro tema que se está potenciando también, junto con la movilidad eléctrica y la descarbonización. Este último es un criterio que encontramos en prácticamente todos los programas de financiación, una especie de eje transversal.

Las ayudas públicas hacen también hincapié en la digitalización y su impacto y relación en la sostenibilidad medio ambiental, y un gran ejemplo de ello es el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del agua. Venimos de una primavera en la que, en España, prácticamente no ha llovido. Mucho se habla de la sequía, pero menos de la cantidad enorme de agua que se desperdicia y que podríamos ahorrar gracias a la digitalización. La tecnología está; lo que ha faltado, hasta ahora, ha sido la inversión.

El PERTE del agua se articula en distintas convocatorias cuyo objetivo es transformar y modernizar los sistemas de gestión del agua, tanto para el riego como para los usos industriales y su ciclo urbano, a través de la digitalización. Prevé una inversión de 3.000 millones de euros hasta 2026, de los que 1.940 millones de euros serán de dotación pública.

Este es solo uno de los muchos ejemplos de cómo los fondos públicos contribuyen de manera decisiva en la transición. Este es un año decisivo en este sentido, ya que es el plazo en el que se tendría que haber publicado la totalidad de los fondos de recuperación económica que la Unión Europea ha asignado a España en el marco de NextGeneration EU, tras la pandemia de Covid. Pese al debate en curso en Bruselas sobre la oportunidad de ampliar estos plazos, es evidente que el momento del cambio es ahora. Las empresas tienen que poder beneficiar ahora de este impulso a la innovación encaminada hacia la sostenibilidad que las ayudas públicas hacen posible.

Persona experta

Fernando Pérez
Fernando Pérez

Sede de Madrid

Director de la Unidad de Negocio de Programas Nacionales / Comité Ejecutivo