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Descarbonización

¿Qué es la descarbonización del sistema energético?

Qué es la descarbonización energética

En el contexto actual de emergencia climática, la descarbonización del sistema energético se ha convertido en un imperativo global. Este proceso implica reducir y, eventualmente, eliminar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero generados por la producción de electricidad y el consumo de energía, generalmente en forma de electricidad o de combustibles fósiles. La transición hacia fuentes de energía limpias y renovables es fundamental para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y limitar el calentamiento global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales. Además, Europa se ha comprometido a ser un continente climáticamente neutro en 2050, para lo que necesita construir un mix energético libre de CO2.

¿Qué conlleva la descarbonización del sector energético?

La descarbonización del sistema energético implica un cambio radical en cómo producimos y consumimos energía. Tradicionalmente, nuestra dependencia de los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural ha sido la principal fuente de emisiones de CO2. La descarbonización requiere la sustitución de estas fuentes por alternativas renovables como la solar, la eólica, la hidroeléctrica y la biomasa, o vectores energéticos como el hidrógeno renovable. Este proceso conlleva varias acciones clave.

Incremento en el uso de energías renovables. La transición hacia fuentes de energía como la solar y la eólica es esencial. Estas fuentes no solo son abundantes y sostenibles, sino que también generan electricidad sin emisiones de carbono.

Mejora de la eficiencia energética. Reducir el consumo de energía mediante tecnologías más eficientes y prácticas de ahorro energético es crucial. Esto incluye desde la modernización de infraestructuras hasta cambios en los hábitos de consumo.

Electrificación de sectores. La descarbonización también implica la electrificación de sectores que tradicionalmente han dependido de los combustibles fósiles, como el transporte y la calefacción.

Fomento del hidrógeno renovable y el biometano. En sectores dependientes de los combustibles fósiles, los gases renovables suponen una oportunidad para descarbonizar sectores consumidores de hidrógeno de origen fósil o gas natural.

Desarrollo de una red eléctrica inteligente. Una red eléctrica avanzada y flexible que pueda gestionar eficientemente la intermitencia de las energías renovables es vital para asegurar un suministro constante y fiable.

¿A quién afecta la descarbonización del sector energético?

Producción energética. Los productores de energía son los primeros afectados, ya que deben adaptar sus infraestructuras y modelos de negocio a las nuevas fuentes renovables y tecnologías de almacenamiento.

Consumidores. Los ciudadanos también juegan un papel crucial. La adopción de prácticas de consumo sostenible y el cambio hacia vehículos eléctricos, por ejemplo, son necesarios para reducir la huella de carbono individual.

Sector transporte. Este sector, uno de los mayores emisores de CO2, necesita una transformación hacia vehículos eléctricos y otras tecnologías de bajas emisiones.

Gobiernos. Las políticas públicas y la regulación son esenciales para impulsar la descarbonización. Los gobiernos deben establecer marcos normativos, incentivos económicos y programas de apoyo para facilitar la transición.

Comunidades locales. En muchas regiones, especialmente aquellas dependientes de industrias de combustibles fósiles, la descarbonización puede significar un cambio significativo en la economía local y el empleo.

¿Cuáles son los retos de la descarbonización del sector energético?

Costos económicos. La transición requiere inversiones significativas en nuevas infraestructuras y tecnologías. Aunque los costos de las energías renovables han disminuido, la inversión inicial sigue siendo un obstáculo.

Intermitencia de las renovables. La energía solar y eólica dependen de condiciones climáticas que no siempre son predecibles. Desarrollar tecnologías de almacenamiento y redes inteligentes es fundamental para mitigar este problema.

Resistencia política y social. Los intereses creados y la resistencia al cambio pueden ralentizar el progreso. Es necesario un esfuerzo concertado para educar y persuadir a todas las partes interesadas sobre los beneficios a largo plazo de la descarbonización.

Desarrollo tecnológico. Aunque existen muchas tecnologías prometedoras, algunas aún están en fases de desarrollo y necesitan más investigación y pruebas para ser implementadas a gran escala.

Impacto en el empleo. La transición afectará a los empleos en sectores de combustibles fósiles. Es crucial desarrollar políticas de transición justa que ofrezcan formación y oportunidades en nuevas industrias sostenibles.

¿Cómo se puede realizar la descarbonización del sector energético?

Políticas y regulaciones. Los gobiernos deben implementar políticas que fomenten el uso de energías renovables y la eficiencia energética. Esto incluye subsidios, impuestos al carbono y normativas estrictas sobre emisiones.

Inversión en investigación y desarrollo. Financiar la investigación en nuevas tecnologías de energía y almacenamiento es vital para superar los desafíos técnicos y económicos.

Colaboración internacional. La lucha contra el cambio climático es un esfuerzo global. La cooperación entre países puede acelerar el intercambio de tecnologías y mejores prácticas.

Educación y concienciación. Informar y educar a la población sobre la importancia de la descarbonización y cómo pueden contribuir es crucial para lograr un cambio significativo.

Fomento de la innovación. Apoyar a las startups y empresas innovadoras que desarrollan tecnologías limpias puede acelerar la transición hacia un sistema energético sostenible.

¿Qué convocatorias hay en España para proyectos de descarbonización del sector energético?

PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno y Almacenamiento (ERHA). Con la adenda se destinarán más de 4.000 millones de euros a estos Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica. Se ha creado el componente 31 a través del cual se articulan todos los programas del PERTE ERHA. Este componente se estructura en cuatro líneas:

  • C31.1. Se refuerza el presupuesto de las convocatorias de autoconsumo y almacenamiento detrás del contador, para dar salida a los expedientes presentados hasta el fin de estas convocatorias, en diciembre de 2023. Además, se realiza una apuesta por las comunidades energéticas. También está previsto el apoyo a convocatorias de producción de biogas o proyectos innovadores de energías renovables.
  • C31.2. Esta línea de inversión irá destinada a cubrir las subvenciones comprometidas dentro del IPCEI de Hidrógeno y al desarrollo de la iniciativa de los Clusters o Valles de Hidrógeno.
  • C31.3. En esta línea de convocatoria se incluye tanto la iniciativa inversora de IDAE en actuaciones alineadas con la transición energética, como la convocatoria de ayudas que facilitará la producción de bienes de equipo del sector eólico, fotovoltaico, bombas de calor, sistemas de almacenamiento energético o electrolizadores, y los componentes asociados.
  • C31.4. Esta línea de inversión irá destinada a financiar las redes eléctricas.

PERTE VEC: continúa la apuesta tanto para desarrollar una industria local que produzca en España vehículos y componentes para el coche eléctrico, como programas de ayuda al cambio de movilidad, favoreciendo la transformación del parque automovilístico y la instalación de puntos de recarga. Centrada en la cadena industrial del vehículo eléctrico y conectado, y dotada con 200 millones de euros, la a convocatoria de la Sección B del PERTE VEC III abrirá el plazo de presentación de solicitudes el próximo 16 de septiembre.

TransMisiones. Es una convocatoria para proyectos colaborativos entre empresas y centros de investigación con el objetivo de abordar desafíos en ocho prioridades temáticas. Entre ellas se incluyen el desarrollo de tecnologías para la fusión, combustibles avanzados y energía de base biológica. TransMisiones 2024 cerró el 21 de junio.

PERTE de Descarbonización. Se irán publicando nuevas convocatorias que pretenden reducir la huella de carbono de las industrias manufactureras, facilitando la inversión en tecnologías bajas en carbono.

¿Cuál es el contexto global?

A nivel global, la descarbonización de la energía se está convirtiendo en una prioridad para muchos países. Según el Informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA), el mundo necesita reducir las emisiones de CO2 en un 45% para 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 para limitar el calentamiento global a 1,5°C. Europa, con su Pacto Verde, lidera esta transición con objetivos ambiciosos de reducción de emisiones y una apuesta firme por las energías renovables. Estados Unidos ha reafirmado su compromiso con el Acuerdo de París y está invirtiendo en infraestructuras verdes. China, el mayor emisor de CO2, también ha anunciado planes para alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2060.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial están aumentando el financiamiento para proyectos de energía limpia en países en desarrollo, reconociendo que el acceso equitativo a tecnologías limpias es crucial para una transición justa.