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INNOVACIÓN

Mundos virtuales: donde confluyen la innovación y la colaboración humana

Mundos Virtuales
Daniel Errea

Daniel Errea

Consultor en Proyectos Europeos

Imagina que entras en un mundo donde los límites de la realidad se difuminan, donde se pueden construir ciudades del futuro, explorar las profundidades del cuerpo humano o colaborar con colegas repartidos por todo el planeta, todo ello sin salir de tu habitación, laboratorio u oficina. Esto no es una escena de una novela de ciencia ficción, sino un atisbo del poder transformador de los mundos virtuales. Estos paisajes digitales inmersivos ya no se limitan al ámbito de los juegos y el entretenimiento, sino que se han convertido en terreno fértil para la innovación impulsada por el ser humano, remodelando la forma en que creamos, aprendemos y resolvemos problemas.

La necesidad de mundos virtuales en el panorama actual

En el actual panorama tecnológico y social, la necesidad de la tecnología de los mundos virtuales es más acuciante que nunca. El rápido ritmo de la transformación digital, unido a los retos mundiales que plantean las pandemias, el cambio climático y los cambios económicos, subraya la importancia de los mundos virtuales. Con un crecimiento mundial estimado en 800.000 millones de euros de aquí a 2030 y la creación potencial de 860.000 nuevos puestos de trabajo de aquí a 2025, los mundos virtuales están llamados a transformar los sectores empresarial y laboral de la UE.

Los mundos virtuales ofrecen un espacio para la experimentación sin consecuencias en el mundo real. En estos entornos digitales, los usuarios pueden crear prototipos de ideas, probar teorías y visualizar resultados de formas que a menudo resultan poco prácticas o imposibles en el mundo físico. Esta libertad para experimentar acelera el proceso creativo, permitiendo una rápida iteración y refinamiento de las ideas. Por ejemplo, los arquitectos y urbanistas utilizan la realidad virtual para diseñar y modelar edificios y ciudades, lo que les permite explorar diferentes escenarios y diseños de forma rentable.

Una de las ventajas más significativas de los mundos virtuales es su capacidad para reunir a personas de distintos lugares en un espacio compartido. Esta capacidad es especialmente valiosa en la economía globalizada actual, en la que la colaboración a menudo traspasa continentes. Los entornos virtuales permiten a los equipos trabajar juntos en tiempo real, independientemente de su ubicación física. Por ejemplo, empresas como Microsoft y NVIDIA han desarrollado herramientas de colaboración virtual que permiten a equipos remotos reunirse en oficinas virtuales, intercambiar ideas en pizarras virtuales y participar en actividades inmersivas de creación de equipos.

Más allá de las industrias individuales, los mundos virtuales tienen el potencial de impulsar una innovación social más amplia. Pueden utilizarse para simular retos sociales y medioambientales, ayudando a los responsables políticos y a los investigadores a explorar las posibles repercusiones de distintas intervenciones. Por ejemplo, las simulaciones virtuales pueden modelizar los efectos del cambio climático en las zonas urbanas, permitiendo a los planificadores desarrollar estrategias más eficaces de mitigación y adaptación. Además, los mundos virtuales pueden fomentar la empatía y la comprensión al permitir a los usuarios experimentar la vida desde diferentes perspectivas, promoviendo la cohesión social y la inclusión.

El papel de la interacción persona-máquina

En esta revolución, la interacción persona-máquina (HMI) es un componente crítico de la innovación que facilitan los mundos virtuales. Las tecnologías HMI, como los cascos de realidad virtual, los dispositivos de retroalimentación háptica y los sensores de movimiento avanzados, crean interacciones más inmersivas e intuitivas entre los usuarios y los entornos digitales. Estas interacciones son fundamentales para garantizar que las experiencias virtuales sean realistas y atractivas, lo que aumenta su utilidad para la innovación.

Por ejemplo, en diseño industrial, la HMI permite a los diseñadores manipular modelos 3D con precisión y facilidad, explorando la ergonomía y funcionalidad de nuevos productos en un espacio virtual antes de fabricarlos. En sanidad, la HMI avanzada permite a los cirujanos controlar instrumentos robóticos con gran precisión durante las sesiones virtuales de formación, imitando de cerca los procedimientos quirúrgicos del mundo real.

Por otra parte, la integración de la inteligencia artificial (IA) en los mundos virtuales puede adaptar los entornos en tiempo real en función de las aportaciones del usuario, proporcionando una experiencia dinámica y personalizada. Los avatares y asistentes virtuales basados en IA pueden facilitar tareas complejas, proporcionar información en tiempo real y ayudar a los usuarios a navegar por los espacios virtuales, haciendo que estos entornos sean más accesibles y eficaces para la innovación. En definitiva, la necesidad de la contribución humana es incuestionable.

Compromiso público para fomentar los Mundos Virtuales

En este panorama, la colaboración público-privada desempeña un papel crucial para fomentar el desarrollo y la adopción de las tecnologías del mundo virtual. Su apoyo es esencial para crear un entorno propicio a la innovación y garantizar que los beneficios de estas tecnologías se distribuyan ampliamente. Este apoyo debería concretarse en

  • Subvenciones para allanar el camino para que la I+D llegue al mercado
  • Políticas para asegurar prácticas éticas en torno a los mundos virtuales, garantizando la privacidad y promoviendo un acceso justo y equitativo
  • Asociaciones público-privadas para acelerar el despliegue de la tecnología
  • Desarrollo de capacidades apoyando iniciativas educativas, nuevos planes de estudio y programas de formación
  • Inversión en infraestructuras para avanzar en las instalaciones informáticas o mejorar los servicios en zonas desatendidas.

Se están dando pasos en estas direcciones, con la creación en Europa de la nueva Asociación Público-Privada «Mundos Virtuales» y la adopción de una estrategia sobre la Web 4.0 y los mundos virtuales para dirigir la próxima transición tecnológica y garantizar un entorno digital abierto, seguro, digno de confianza, justo e integrador para los ciudadanos, las empresas y las administraciones públicas de la UE. La estrategia se articula en torno a cuatro pilares: Capacitación de las personas y refuerzo de las competencias; Empresas; Administración; Apertura y gobernanza global de la Web 4.0 y los mundos virtuales. Esta estrategia marca claramente la hoja de ruta a seguir en los próximos años para ser los primeros de la clase en esta nueva transición tecnológica.

Conclusiones

A pesar de su potencial, la adopción de mundos virtuales para la innovación no está exenta de desafíos. Deben abordarse cuestiones como la accesibilidad, las limitaciones tecnológicas y la necesidad de medidas sólidas de ciberseguridad. Garantizar que estos entornos virtuales sean inclusivos y accesibles para todos, independientemente de su estatus socioeconómico, es crucial para maximizar su impacto. Además, el desarrollo de los mundos virtuales debe dar prioridad a la privacidad de los usuarios y a la seguridad de los datos para generar confianza y fomentar su uso generalizado.

En definitiva, los mundos virtuales están demostrando ser herramientas inestimables para la innovación impulsada por el ser humano, ya que ofrecen nuevas formas de colaborar, aprender y resolver problemas complejos y, dado el panorama actual, la necesidad de la tecnología de los mundos virtuales es innegable. Podemos desbloquear nuevos niveles de creatividad y colaboración, allanando el camino para un futuro más innovador e interconectado.

Persona experta

Daniel Errea
Daniel Errea

Sede de Pamplona

Consultor en Proyectos Europeos