“En las empresas líderes, la única constante es la innovación”

Navarra, 1994. ZABALA Innovation era por entonces ‘Asesoría Industrial ZABALA’, una empresa nacida 8 años antes, con la misión de facilitar a sus clientes el éxito de sus proyectos de innovación. Integrada por 11 personas trabajando desde una pequeña oficina en Pamplona, hacíamos constantemente kilómetros de ida y vuelta hasta Bruselas, para acercar a nuestros clientes en Navarra las oportunidades que ofrecían los programas europeos de apoyo a la Innovación, desde el Primer Programa Marco (FP1). En ese año se estrenó el FP4, que duplicaba el presupuesto de apoyo a la I+D frente a su predecesor (FP3), y que abría sus convocatorias hasta 1998.

Es importante saber de dónde venimos para entender dónde estamos y sobre todo para enmendarnos en nuestras decisiones de hoy si queremos alcanzar mañana un determinado objetivo. Navarra, en 1994, era un campo por abonar en cuestión de I+D+i. Como puede verse en el gráfico que ilustra este artículo, el gasto en I+D estaba en niveles muy alejados de la media europea. Sin embargo, el abono estaba preparado, sólo se necesitaba el compromiso necesario para echarlo sobre el terreno. Y así llegaron los Planes Tecnológicos de Navarra.

Los tres primeros Planes Tecnológicos de Navarra se diseñaron con una amplia participación de agentes del sistema navarro de innovación, en especial con una fuerte implicación de Gobierno de Navarra, así como empresas, las dos universidades y los centros tecnológicos, coordinados por ZABALA Innovation Consulting con la colaboración de AIN y CEMITEC

Se alcanzó, en 2009, un gasto en I+D sobre el PIB del 2,13%, es decir, en esos años casi triplicamos nuestra inversión en I+D. En apenas una década habíamos pasado de estar en el grupo de regiones españolas más rezagadas en esfuerzo en I+D+i, partiendo del 0,74%, a situarnos en la primera posición, por delante de Madrid y la Comunidad Autónoma Vasca. Por otro lado, Navarra fue pionera en la adopción de un marco de incentivos fiscales a la I+D+i que durante años ha sido y es el más atractivo a nivel estatal.

Recoger los frutos de una apuesta decidida

La consecuencia más evidente que se puede extraer de ese periodo es que si se aplica una política decidida de apoyo a la I+D+i se recogen los frutos: La creación en 2002 de CENER o la inauguración en 2004 del CIMA son buen ejemplo de ello. Navarra consiguió una posición de liderazgo en I+D en ámbitos como el agroalimentario, la salud, la energía o la biotecnología.

A lo largo de esos años y al abrigo de ese apoyo, surgieron o han crecido imparables las empresas navarras más innovadoras, tan significativas que todos las tenemos en mente. Partiendo de un proyecto empresarial modesto en sus inicios, todas ellas han crecido aún en tiempos de crisis, porque todas han seguido invirtiendo esfuerzos en innovación en tiempos de crisis. Y así lideran su mercado.

Nuestra propia experiencia

Nosotros mismos lo sabemos bien. Decía que en 1994 éramos 11 personas. Hoy, en ZABALA Innovation Consulting somos más de 240 profesionales trabajando en 12 sedes de distintos países. Nuestros clientes son internacionales, porque nuestro mercado lo es. Y somos tajantes afirmando que empresas, administraciones, universidades y centros tecnológicos, sea en Navarra o en cualquier otro rincón del mundo, sólo sobrevivirán dedicando recursos a innovar. Porque en las empresas líderes, y por ende en las regiones líderes, la única constante es la innovación.

El futuro pide un esfuerzo desde hoy

En una economía globalizada no podemos relajarnos cuando otras regiones no levantan el pie del acelerador en I+D+i. Viendo el gráfico, tras el fin del 3er Plan Tecnológico, la bajada fue incesante. El apoyo público tiene un efecto innegable como palanca de la actividad privada en I+D+i, y en estos años en Navarra han fallado los dos, probablemente el esfuerzo privado ha fallado como consecuencia de la falta de apoyo público.

El último dato publicado por el INE en diciembre de 2018 (que referencia al año 2017) apunta una ligera subida (1,73%), pero cuidado: si queremos alcanzar ese 2,2% marcado como objetivo para 2020 en la Estrategia de Especialización Inteligente (S3) de Navarra debemos estar preparados para hacer un esfuerzo titánico que compense los años de bajada. A ello deberá contribuir la Ley Foral de Ciencia y Tecnología aprobada por el Parlamento el pasado 21 de junio de 2018 con un amplio consenso.

En ella se recoge la apuesta firme de Navarra por asociar el progreso a la I+D+i y en el que la Comunidad Foral se compromete a aumentar anualmente las cantidades destinadas a promocionar la I+D+i, siguiendo la hoja de ruta que marca el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación. Será especialmente necesario no desviarse ahora que ya se anuncia una “inminente moderación en el ritmo de crecimiento”.

¿Y qué podemos hacer?

Proponemos algunas máximas: Redoblar esfuerzos para ser contra-cíclicos, y recortar la distancia que nos separa de la media europea y de la mayor parte de las regiones con las que competimos. Aprovechar ese impulso de 120.000 millones de euros que el Parlamento Europeo propone para el nuevo Programa Horizonte Europa (programa marco de apoyo a la Innovación para el periodo 2021-2027) y hacer lo propio desde las administraciones a todos los niveles.

Y aprender para el futuro: Las empresas de hoy son muy diferentes a las de ayer, pero las de mañana también lo serán a las de hoy. Y en este mercado global y en apresurada transformación, sólo podemos confiarnos a la constante de la Innovación.

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