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ENTREVISTA

“Nuestros clientes están diversificando su estrategia de transporte”

transporte Sergio Úbeda

El del transporte es un sector que está experimentando cambios trepidantes, especialmente en aras de una transición que beneficie a la sostenibilidad y a la digitalización. El líder del Área de Transporte de Zabala Innovation, Sergio Úbeda, repasa en esta entrevista algunos de los hitos a los que se enfrenta este sector.

El transporte por carretera está viviendo toda una revolución: ¿el vehículo eléctrico era una utopía hace quince años?

En realidad, el primer coche eléctrico data de 1834, aunque no usaba baterías recargables. El concepto de vehículo eléctrico tal y como lo concebimos hoy día comenzó a desarrollarse en los años 90. Sin embargo, el mayor impulso surge a principios del siglo XX y hoy día casi todos los fabricantes cuentan con un modelo eléctrico.

Lo que sí que era una utopía hace 15 años era contar con una amplia red de puntos de recarga públicos, que hiciera viable la implantación masiva de este tipo de vehículos. De hecho, este sigue siendo actualmente uno de los principales retos.

¿Estamos preparados para el vehículo autónomo o pasarán décadas hasta que esté regulado y sea socialmente aceptado?

Hoy día ya hay ciertas funciones ‘autónomas’ integradas en los vehículos convencionales, como los asistentes de aparcamiento, de carril, distancia de seguridad, etc. Sin embargo, aunque también hay algunos modelos con un nivel de autonomía muy alto, aún queda un trecho para que se introduzca de forma masiva, tanto por la necesidad de seguir desarrollando tecnología, no solo en el vehículo sino también en las infraestructuras para poder interconectar de manera segura todo el ecosistema.

Hay aspectos relevantes todavía por resolver como son la ciberseguridad, la aceptación social y, sobre todo, la regulación. En este último punto, es crítico resolver el reto al que se enfrenta el sector de aseguradoras.

¿Qué pasa con los otros modos de transporte, también se están transformando a pasos agigantados?

Efectivamente. No pensemos que la única revolución se está dando en el transporte por carretera. El resto de modos de transporte también se está transformando en estos dos ámbitos: la sostenibilidad y la digitalización. Ejemplo de ello son los trenes autónomos, los aviones propulsados por hidrógeno o los barcos que incorporan tecnologías para reducir su consumo de combustible.

La pandemia de la Covid-19 afectó gravemente al sector de la aviación, ¿qué retos le esperan en el escenario post coronavirus?

En lo que respecto al virus en sí mismo, aún quedan pasos por dar en la gestión de control de infecciones y su propagación. Sin embargo, con esto resuelto, la aviación tiene por delante el reto de reducir el impacto sobre el medio ambiente de sus operaciones, ya que como es sabido, actualmente es el medio de transporte más contaminante. Para ello, las principales estrategias están orientadas al aligeramiento de las aeronaves y el uso de nuevos combustibles como el hidrógeno.

¿Cuál es la actitud de la Unión Europea para afrontar la descarbonización en el sector del transporte?

Es el Pacto Verde Europeo (European Green Deal) el que está marcando la hoja de ruta de la Unión Europea en este aspecto, y donde el transporte juega un papel fundamental para conseguir los grandes objetivos marcados en el mismo.

¿Cuáles son sus programas estrella para desarrollar un transporte más sostenible?

Actualmente hay dos tipos de estímulos. Uno es el apoyo a la innovación a través del programa Horizon Europe y los partenariados asociados al transporte: 2ZERO (vehículo eléctrico), Europe’s Rail (transporte ferroviario), Clean Aviation y ZEWT (transporte marítimo). Y, en segundo lugar, los estímulos a la inversión en infraestructuras, siendo el más relevante el programa CEF Transport, y en particular su temática AFIF para el despliegue de punto de recarga de combustibles alternativos.

El hidrógeno verde es la gran baza en esta transición verde, ¿o no hay soluciones infalibles?

No hay ninguna solución que vaya a resolver todos los problemas, esta transición debe estar marcada por la combinación de todas las alternativas disponibles. Por ejemplo, el hidrógeno puede ser una solución excelente para vehículos de gran volumen y para largas distancias (camiones, autobuses, aviones…), mientras que los vehículos eléctricos a priori parecen una mejor solución para vehículos de menor tamaño y menor rango de uso (aunque con una buena infraestructura este problema quedaría resuelto).

Además, no tenemos que olvidar que el concepto de movilidad sostenible no sólo incluye vehículos y combustibles alternativos, sino el componente social. Un ejemplo muy claro es la movilidad urbana, donde la principal baza la van a jugar modelos donde se promueva el uso de los transportes colectivos y vehículos compartidos, el despliegue de carriles bici y zonas de bajas emisiones y, sobre todo, la implicación de la ciudadanía en este cambio de paradigma.

Entonces, ¿el transporte diseña las ciudades?

¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Lo mismo ocurre con esta cuestión. Por una parte, las ciudades están en continua expansión y, por tanto, las necesidades de movilidad cambian, tanto las personales como las de logística de última milla. Y, por otra parte, la aparición de innovaciones tecnológicas y la introducción de nuevas regulaciones hace que también cambie la forma en la que nos movemos. Por tanto, yo no diría que es el transporte el que diseña las ciudades, sino que deben crecer de la mano.

¿Y los ciudadanos? ¿Estamos modelados en cierta medida por el transporte?

Ambos conceptos son dependientes. Se deben diseñar modelos de gestión del transporte basados en la demanda; pero también se debe tratar de modelar o incentivar ciertos comportamientos en el uso del transporte. Este planteamiento está sustentado en una estrategia de co-creación, que es una forma de desarrollo colaborativa que permite a todos los agentes (urbanistas, operadores de transporte, usuario, ciudadanos, comerciantes…) desarrollar un modelo de movilidad urbana acorde a las necesidades de todos ellos.

¿Y estos cambios tan grandes pueden aplicarse en el entorno rural?

Este es un punto muy relevante. Actualmente nos enfrentamos al reto demográfico, donde se están masificando las ciudades y despoblando las áreas rurales, con la carencia de servicios y dotaciones tecnológicas que representa. Por ejemplo, la falta de infraestructura de recarga eléctrica, que actualmente se articula en torno a las grandes arterias que comunican ciudades, o la ausencia de redes 5G en entornos rurales, hacen poco viable el uso de vehículos eléctricos y autónomos.

En este punto, considero que es importante que se vertebren planes estratégicos orientados a definir nuevos modelos de movilidad en el entorno rural, quizá traccionados por el desarrollo del modelo turístico sostenible como motor en estas zonas. Tampoco hay que olvidar las necesidades básicas de su población, como son la movilidad de escolares y, sobre todo, de las personas mayores que tienen grandes carencias relativas a la conectividad con sistemas hospitalarios y la logística de última milla.

¿Cómo se refleja la transversalidad del transporte en tu área?

Se refleja de manera interna en nuestro equipo porque tenemos que abordar los diferentes modos de transporte y áreas transversales como la logística, la movilidad urbana o la seguridad. Y también en la cooperación necesaria con otras áreas de conocimiento como son energía, digitalización, seguridad, medioambiente o innovación social.

¿Con qué sectores trabajáis más estrechamente?

Sin lugar a dudas el mayor volumen de trabajo está relacionado con el desarrollo de tecnologías e infraestructuras vinculadas a combustibles alternativos, principalmente en ciudades y carretera, pero también en el ámbito marítimo y portuario. También hay otros nichos en los que estamos muy establecidos, como pueden ser la fabricación avanzada aplicada al aligeramiento de vehículos, fundamentalmente en vehículos de carretera y aviones, y los temas digitales, tanto a nivel de vehículo como de infraestructuras.

En relación al tema del transporte, ¿qué evolución notáis que se ha producido en vuestros clientes?

Hemos observado que algunos clientes que hasta hace unos años tenían el foco muy puesto en un único sector o modalidad están diversificando su estrategia. El transporte es una temática que aborda muchísimas disciplinas, y de ahí que expertos en una aplicación puedan buscar sinergias en otra con relativa facilidad.

¿A qué desafíos se enfrenta el Área de Transporte en 2022?

Durante 2021 el principal reto del área fue acometer la transición del programa Horizonte2020 al programa Horizonte Europe. Por tanto, el reto para este 2022 está en reforzar aquellas áreas donde somos realmente un referente, como por ejemplo el programa CEF Transport, y tratar de penetrar en aquellas donde no hemos sido tan visibles en el periodo anterior.

En este vídeo podrás conocer mejor el trabajo realizado en el Área de Transporte de Zabala Innovation.