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Interreg

La filosofía y el impacto profundo del programa europeo Interreg

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Aurora García

Aurora García

Líder del Área de Regiones y Ciudades en Proyectos Europeos

Los programas Interreg de la Unión Europea emergen como un bastión de cooperación territorial entre las diversas regiones del continente. Desde su concepción en 1990, Interreg ha desempeñado un papel crucial en la integración y el desarrollo regional, promoviendo la solidaridad entre Estados miembros y abordando desafíos comunes a través de proyectos transfronterizos, transnacionales e interregionales. Dotado con un presupuesto de casi 10.000 millones de euros para el período 2021-2027 (el sexto para Interreg), este programa se articula en torno a cinco ejes de cooperación: transfronterizo, transnacional, interregional, ultraperiférico y vecindad. En cualquiera de sus tres primeras vertientes, Interreg supone una gran oportunidad para que las regiones europeas puedan desarrollar con éxito iniciativas de mejora para el bienestar de Europa.

Este programa surge en el marco más amplio de la integración europea y la creación del mercado único. En la década de los 90, la Unión Europea se enfrentaba a la necesidad de fortalecer la cohesión económica y social entre sus Estados miembros, especialmente en un contexto de ampliación hacia el Este y la necesidad de mitigar las disparidades regionales. Desde entonces, Interreg ha evolucionado de manera significativa, adaptándose a las realidades cambiantes y expandiendo su alcance para abordar no solo la convergencia económica, sino también cuestiones ambientales, sociales y de innovación.

La filosofía fundamental de Interreg se fundamenta en varios pilares interrelacionados.

Por un lado, están la solidaridad y la cohesión territorial entre las regiones europeas. Este programa se concibe como un instrumento para reducir las disparidades económicas, sociales y territoriales, promoviendo un desarrollo equilibrado y sostenible en toda la Unión Europea. Históricamente, ha facilitado la convergencia de estándares de vida y oportunidades de desarrollo entre regiones que, de otro modo, podrían haber quedado rezagadas.

Por otro lado, encontramos la gran cuestión de la integración transfronteriza y transnacional. Más allá de los confines nacionales, Interreg fomenta la colaboración entre regiones vecinas y distantes a través de proyectos que abordan desafíos comunes como la gestión sostenible de recursos naturales, la mejora de infraestructuras transfronterizas y la promoción de la movilidad laboral y estudiantil. Este enfoque no solo fortalece los lazos entre las comunidades locales, sino que también fomenta una identidad europea compartida, crucial en un continente con una diversidad cultural y lingüística tan rica.

Por último, en el contexto actual de urgencia climática y transición digital, Interreg se posiciona como un vehículo para el fomento del desarrollo sostenible y de la innovación. La promoción de un crecimiento económico inteligente, inclusivo y respetuoso con el medio ambiente es fundamental para su agenda. De esta forma, Interreg se propone que todos los ciudadanos europeos se beneficien equitativamente de las oportunidades que brinda la economía digital y la revolución verde.

Programas Interreg: unos impactos y unos beneficios tangibles

El impacto de Interreg trasciende los resultados tangibles de los proyectos individuales. A lo largo de los años, este programa ha contribuido significativamente a la cohesión europea y al desarrollo integrado de las regiones participantes bajo varios ángulos.

En términos económicos, los proyectos financiados por Interreg han estimulado la inversión y el empleo en áreas que, de otro modo, podrían haber sido marginadas. Desde la mejora de la infraestructura de transporte hasta la promoción de un turismo sostenible, Interreg ha catalizado el desarrollo local y regional, generando beneficios económicos a largo plazo.

Socialmente, ha fortalecido la integración y el entendimiento mutuo entre comunidades diversas, facilitando intercambios culturales y educativos que enriquecen la experiencia europea común. Estos intercambios no solo fomentan la tolerancia y el respeto por la diversidad, sino que también fortalecen la identidad europea en un momento de crecientes tensiones políticas y sociales.

Ambientalmente, Interreg ha promovido prácticas sostenibles y la gestión responsable de los recursos naturales. Desde la protección de ecosistemas transfronterizos hasta la adaptación al cambio climático, los proyectos medioambientales han demostrado cómo la cooperación transnacional puede generar soluciones verdes más efectivas y duraderas que las estrategias aisladas.

Estos resultados tangibles en proyectos individuales tienen una clara repercusión en la vida de los ciudadanos, ofreciendo finalmente una mejor prestación de servicios avanzados y de calidad a la ciudadanía. Interreg está llamado a adaptarse y evolucionar continuamente.

El cambio climático, la transformación digital y la inclusión social emergen como áreas prioritarias, donde la innovación tecnológica y la colaboración interregional pueden desempeñar un papel crucial en la creación de una economía europea más resiliente y sostenible y en la aplicación de las principales prioridades de la política de cohesión de la UE: inteligente, verde, conectada, social y próxima a la ciudadanía.

El programa Interreg no solo es un testamento de la solidaridad europea, sino también una herramienta vital para promover el desarrollo sostenible, la innovación y la cohesión territorial en toda Europa. A medida que la Unión Europea navega por un futuro incierto, programas como Interreg demuestran el valor intrínseco de la cooperación territorial en la construcción de un continente más unido y próspero.

Claves para un proyecto de cooperación territorial exitoso

No obstante, para que un proyecto de cooperación territorial logre el éxito, es importante fijarse en su esencia, que radica en la colaboración y el trabajo conjunto entre diversas entidades y regiones. Este tipo de iniciativas se fundamentan en la idea de que, enfrentando problemas y retos comunes, se pueden generar soluciones más efectivas y sostenibles. La cooperación permite compartir experiencias, conocimientos y recursos, logrando así una sinergia que beneficia a todas las partes involucradas.

Un aspecto crucial de estos proyectos es la generación de soluciones comunes. Al unir esfuerzos, se pueden identificar y aplicar innovaciones en sectores estratégicos que son relevantes para todas las regiones participantes. Esta colaboración no solo aporta conocimientos técnicos y científicos, sino que también fomenta la creatividad y la innovación, elementos esenciales para el desarrollo y el progreso.

La alineación con las Estrategias de Especialización Inteligentes de cada región es otro pilar fundamental. Estas estrategias permiten que los proyectos de cooperación se orienten hacia objetivos específicos, maximizando el impacto y la relevancia de las acciones emprendidas. Al estar alineados con estas estrategias, los proyectos logran una mayor coherencia y efectividad en sus resultados.

Además, los proyectos de cooperación crean y refuerzan cadenas de valor estratégicas. Estas cadenas de valor se benefician de nuevas sinergias y acciones conjuntas, dando lugar a resultados tangibles como herramientas, servicios y acciones piloto. La colaboración no solo fortalece las capacidades existentes, sino que también abre nuevas oportunidades para el desarrollo y la innovación.

Uno de los beneficios más significativos de los proyectos de cooperación es su contribución para minimizar los problemas locales. Al impactar positivamente en los territorios, estas iniciativas generan efectos beneficiosos, mejorando el posicionamiento en I+D+i, promoviendo el crecimiento regional y generando beneficios directos para la población. Estos proyectos, al centrarse en desafíos comunes y trabajar juntos para resolverlos, logran resultados que difícilmente se alcanzarían de manera individual.

Es esencial comprender, en definitiva, que ningún proyecto de esta naturaleza podría llevarse a cabo sin la ayuda mutua y el esfuerzo conjunto. La cooperación nos enseña que nosotros por sí solos no hubiéramos podido llevar a cabo el proyecto sin la ayuda de los demás, por lo que tenemos que trabajar juntos para alcanzar objetivos compartidos y lograr un impacto positivo y duradero.

Persona experta

Aurora García
Aurora García

Sede de Sevilla

Líder del Área de Regiones y Ciudades en Proyectos Europeos

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