Avanza Fit for 55, el mayor paquete climático de la UE

Fit for 55 puede parecer un programa para personas de mediana edad que quieren ponerse en forma, pero en realidad es un nombre bastante especial para el ambicioso plan de la Comisión Europea: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030 en la UE. De hecho, es un conjunto de propuestas de nueva legislación comunitaria con las que la UE y sus 27 Estados miembros planean alcanzar el objetivo climático de la UE para 2030.

Afecta a muchos aspectos de la sociedad y supondrá cambios drásticos para las familias y las empresas en las actividades más cotidianas, desde la forma de conducir nuestros coches hasta la manera en la que calentamos nuestros hogares.

El paquete fue presentado por la Comisión en el verano de 2021 y el proceso legislativo en el que participan el Parlamento y el Consejo ha estado en pleno desarrollo durante estos meses. Para hacerse una idea de la magnitud de este paquete, Fit for 55 incluye propuestas legislativas sobre energías renovables, eficiencia energética, fiscalidad de la energía, el sistema de comercio de emisiones de la UE, la regulación del reparto de esfuerzos, el uso de la tierra y la silvicultura (LULUCF), infraestructuras de combustibles alternativos, el Mecanismo de Ajuste en la Frontera del Carbono, el novedoso Fondo Social del Clima, normas de emisiones de CO2 para coches y furgonetas y los programas RefuelEU aviación y FuelEU marítimo.

El Parlamento Europeo respalda Fit for 55

Dos elementos clave de ‘Fit for 55’ son la revisión de la Directiva de Energías Renovables (RED II) y de la Directiva de Eficiencia Energética (EED), que ayudarán a la UE a cumplir el nuevo objetivo del 55% de GEI. En la actualidad, la UE está obligada a garantizar que al menos el 32% de su consumo energético proceda de energías renovables y a alcanzar el objetivo de mejorar el ahorro energético en un 32,5% para 2030.

En el marco del proceso de revisión de ambas directivas, el 14 de septiembre los eurodiputados votaron a favor de elevar aún más estos objetivos. La cuota de renovables se ha elevado al 45% para 2030 y el objetivo de la UE de reducir el consumo final de energía se ha trasladado ahora a un mínimo del 40% para 2030 y a un 42,5% en el consumo de energía primaria respecto a las previsiones de 2007. El Consejo y el Parlamento iniciarán ahora las negociaciones interinstitucionales para acordar el texto definitivo de ambas directivas.

Los efectos de Fit for 55 en la financiación

Sin embargo, el paquete de medidas no se limita a los cambios políticos. Los mecanismos de financiación también se verán afectados y sus ingresos procederán del actual Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) y también del «nuevo» RCCDE, que abarcará los sectores de los edificios y el transporte por carretera.

Fondo de Innovación

La Comisión Europea propuso completar el Fondo de Innovación, que actualmente se nutre de 450 millones de derechos de emisión del actual RCCDE en 2021-30, con 50 millones de derechos del actual RCCDE y 150 millones de derechos del nuevo sistema que cubre las emisiones del transporte por carretera y los edificios.

Además, según la propuesta, los derechos de emisión que de otro modo se asignarían gratuitamente a los sectores industriales cubiertos por el Mecanismo de Ajuste en la Frontera del Carbono (C-BAM) se subastarían y se añadirían a este Fondo. De este modo, en diez años podrían estar disponibles 47.000 millones de euros para proyectos del Fondo de Innovación.

Ya para este otoño, en el marco de la iniciativa REPowerEU para depender menos del gas ruso, la Comisión se propone duplicar la financiación disponible para la convocatoria a gran escala de 2022 del Fondo de Innovación hasta unos 3.000 millones de euros.

Fit for 55 se compromete a apoyar a los sectores que pronto entrarán en la C-BAM mediante la financiación de proyectos destinados a descarbonizar la industria a través del Fondo de Innovación. Estos sectores incluyen el hierro, el acero, el cemento, el aluminio, los fertilizantes y la electricidad.

Fondo Social del Clima

El Fondo Social del Clima está diseñado para contrarrestar los costes adicionales que pueden sufrir los consumidores vulnerables cuando se revise la Directiva del Sistema de Comercio de Emisiones de la UE para incluir los sectores de los edificios y el transporte por carretera. El fondo mitigará los costes de los más expuestos a los aumentos de precios de los combustibles fósiles y movilizará 72.200 millones de euros para el periodo 2025-2032, que se pagarán principalmente con créditos del RCCDE en los sectores de los edificios y el transporte por carretera.

Ayudará a los hogares vulnerables, a las microempresas y a los usuarios del transporte a hacer frente a los costes de la transición energética verde en el sector de los edificios y del transporte por carretera. El fondo tendrá que ir acompañado de una financiación social equivalente por parte de los Estados miembros, que deberán elaborar planes sociales para el clima.

Fondo de Modernización

El Fondo de Modernización se introdujo para ayudar a financiar la modernización de los sistemas energéticos de los Estados miembros con un PIB per cápita a precios de mercado inferior al 60% de la media de la UE. Las nuevas propuestas de la Comisión harán que el tamaño de este Fondo se duplique.

El tamaño inicial del Fondo de Modernización se estimó para cubrir entre el 3 y el 9% de las necesidades de inversión adicionales asociadas al marco climático y energético de 2030.  Y el tamaño inicial total del Fondo de Modernización es el 2% de la cantidad total de derechos de emisión entre 2021 y 2030.

La CE propuso aumentar el tamaño del Fondo de Modernización mediante la subasta de un 2,5% adicional del límite para atender las necesidades de financiación adicionales relacionadas con la mayor ambición climática de la UE. Además, la eficiencia energética y el apoyo a los hogares para hacer frente a la pobreza energética deberían incluirse en el ámbito de las inversiones prioritarias.

Von der Leyen anuncia más financiación para la energía

Estos días la energía está en la agenda incluso más allá de los grandes retos de Fit for 55. El mismo día de la votación en el Parlamento de la Directiva sobre eficiencia energética y renovables, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó su informe anual sobre el estado de la Unión Europea, en el que se exponen las prioridades políticas para los próximos 12 meses. Los cambios y las nuevas iniciativas en el ámbito de la energía son, por supuesto, una gran prioridad.

En cuanto a la subida de los precios de la energía, la Comisión presentará medidas para que los Estados miembros reduzcan su consumo de electricidad y propondrá un tope a los ingresos de las empresas que producen electricidad a bajo coste para recaudar más de 140.000 millones de euros y amortiguar el impacto para el bolsillo de los ciudadanos. También anunció una reforma del mercado eléctrico. Para garantizar las inversiones en futuras infraestructuras de energía limpia, von der Leyen anunció la creación de un banco europeo del hidrógeno.

El nuevo banco «podrá invertir 3.000 millones de euros para ayudar a construir el futuro mercado del hidrógeno», dijo von der Leyen. El Banco contribuirá a garantizar la compra de hidrógeno, en particular utilizando recursos del Fondo de Innovación. Además, von der Leyen pretende aumentar la participación financiera de la Comisión en los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo y crear un Fondo Europeo de Soberanía para garantizar que el futuro de la industria europea no dependa de terceros países, sino que se haga en Europa.

En definitiva, la guerra de Ucrania y la agenda climática están llamadas a revolucionar la arquitectura energética de la UE. Queda por ver si las ambiciones de Fit for 55 vencerán la resistencia de algunos Estados miembros, pero la actual crisis del gas es un recordatorio más de que ya es hora de que Europa avance más rápido en el camino de la descarbonización y la seguridad energética.