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MARCO TEMPORAL DE CRISIS Y TRANSICIÓN

Ayudas verdes en Europa: se flexibiliza el marco de ayudas para las empresas como respuesta a EE.UU.

ayudas verdes Marco Temporal

La Unión Europea ha dado un paso al frente y pondrá en marcha unas ayudas verdes sin precedentes para igualar el apoyo a la industria de las tecnologías verdes propiciado por Estados Unidos. De esta manera, la Comisión Europea ha acordado que el Marco Temporal de Crisis y Transición sea más sencillo y flexible para permitir a los estados miembros igualar las ayudas que potencialmente puede recibir una empresa en Estados Unidos y así evitar deslocalizaciones al otro lado del Atlántico.

Este nuevo Marco Temporal de Crisis y Transición permitirá que más del 90% de las ayudas de Estado se concedan sin pedir autorización a Bruselas, lo que acelerará su despliegue. Se trata de la respuesta europea a la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos, el plan de Joe Biden para estimular el desarrollo de energías renovables con ayudas de hasta 369.000 millones de dólares. Empresas de envergadura como Volkswagen ya han mostrado su interés en esta propuesta, lo que ha provocado el temor a un éxodo empresarial.

Ayudas verdes para la descarbonización

Esta medida está en consonancia con el Plan Industrial del Pacto Verde Europeo; estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2025 y permitirá que los gobiernos nacionales apoyen con ayudas verdes las inversiones para producir tecnologías sostenibles.

La descarbonización de los procesos de producción centra este nuevo plan de ayudas verdes, que da protagonismo a las turbinas eólicas, los paneles solares, las baterías, las bombas de calor, captura y almacenamiento de carbono y los electrolizadores para la producción de hidrógeno.

Actuaciones más ágiles de los Estados miembros

Según la Comisión Europea, con el Marco Temporal de Crisis y Transición los Estados miembros podrán:

  • Diseñar sistemas sencillos y eficaces, prestando un apoyo limitado a un determinado porcentaje de los costes de inversión y los importes nominales, dependiendo de la ubicación de la inversión y del tamaño del beneficiario. Con el objetivo de garantizar que se tengan debidamente en cuenta los objetivos de cohesión, las pequeñas y medianas empresas (pymes), así como las empresas situadas en regiones desfavorecidas, pueden optar a más ayudas. Los Estados miembros pueden conceder porcentajes aún más elevados de los costes de inversión si la ayuda se presta a través de ventajas fiscales, préstamos o garantías. No obstante, antes de conceder la ayuda, las autoridades nacionales deben verificar los riesgos concretos de que la inversión productiva no se lleve a cabo dentro del Espacio Económico Europeo y comprobar que no exista riesgo de provocar una deslocalización dentro del mercado único.
  • En casos excepcionales, prestar un mayor apoyo a empresas individuales, cuando exista un riesgo real de que las inversiones se desvíen fuera de Europa. En tales situaciones, los Estados miembros pueden proporcionar el importe de la ayuda que el beneficiario podría recibir por una inversión equivalente en esa ubicación alternativa (la denominada ‘ayuda de compensación’), o el importe necesario para incentivar a la empresa a localizar la inversión en el EEE (el denominado ‘déficit de financiación’), eligiéndose el que sea menor. Esta opción está sujeta a la existencia de una serie de salvaguardias. En primer lugar, solo puede utilizarse para:

· inversiones que se realicen en zonas asistidas, tal como se definen en el mapa de ayudas regionales aplicable;

· inversiones transfronterizas que impliquen la realización de proyectos situados en al menos tres Estados miembros, si una parte significativa de la inversión total se realiza en al menos dos zonas asistidas, y una de ellas es una zona «a» (regiones ultraperiféricas o regiones cuyo PIB per cápita es inferior o igual al 75 % de la media de la UE). En segundo lugar, el beneficiario debe utilizar la tecnología de producción más avanzada desde el punto de vista de las emisiones medioambientales. En tercer lugar, la ayuda no puede provocar la reubicación de inversiones entre Estados miembros.