Ayudas por 1.250 millones de euros para impulsar el vehículo eléctrico

El Ministerio de Industria y Turismo ha publicado este viernes en el Boletín Oficial del Estado la modificación de las bases del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado que regulan su cuarta convocatoria (PERTE VEC IV). Esta iniciativa contará con un presupuesto total de 1.250 millones de euros, repartidos en 1.000 millones en préstamos y 250 millones en subvenciones. La principal novedad respecto a ediciones anteriores es que la gestión completa del programa pasará a estar en manos de la Sociedad Estatal de Promoción Industrial y Desarrollo Empresarial (Sepides). La convocatoria se activará en las próximas semanas, con una primera sección dedicada a proyectos de baterías y, posteriormente, una segunda centrada en la cadena de valor del vehículo eléctrico.

El objetivo principal del PERTE VEC IV es impulsar la creación de nuevas capacidades industriales ligadas a la fabricación de baterías y sus componentes esenciales, así como la producción y recuperación de materias primas estratégicas como el litio o el cobalto. Además, la convocatoria contempla el apoyo a la reconversión de líneas de producción existentes y a la ampliación de plantas industriales ya operativas en territorio nacional.

Baterías

“La convocatoria de baterías será clave para reforzar la autonomía industrial de España en un sector crítico para la transición energética”, subraya Cristina Motilva, consultora senior de Zabala Innovation y experta en este tipo de ayudas. Según explica, este enfoque responde a una estrategia alineada con los objetivos europeos de soberanía industrial y descarbonización.

Podrán concurrir a la sección de baterías todas las sociedades mercantiles constituidas en España, al margen de su tamaño, siempre que cumplan una serie de requisitos técnicos y administrativos. Entre ellos, que hayan desarrollado la actividad industrial correspondiente durante al menos dos años, o que cuenten con un equipo directivo o accionistas con experiencia contrastada en el ámbito industrial, ya sea a escala real, piloto o experimental. La convocatoria exige además que las empresas estén inscritas en el Registro Mercantil y no formen parte del sector público.

Cada solicitud deberá incluir un único proyecto y las actuaciones subvencionables podrán centrarse en la fabricación de celdas y paquetes de baterías, en la producción de componentes esenciales como ánodos, cátodos, electrolitos o sistemas de gestión (BMS), y en la producción o recuperación de materias primas fundamentales para la fabricación de estos dispositivos.

Las ayudas se concederán en forma de subvención, préstamo o una combinación de ambos, con un único pago anticipado por tipo de ayuda. El plazo de ejecución de los proyectos podrá extenderse hasta 40 o 60 meses desde la fecha de resolución de concesión, según la opción elegida. La intensidad de las ayudas dependerá tanto de la localización del proyecto como de su naturaleza y de la dimensión de la empresa. En zonas no asistidas, las ayudas podrán cubrir hasta el 15% del coste financiable, mientras que en regiones más desfavorecidas podrán alcanzar el 35%. En este último caso, el límite de subvención directa asciende a 200 millones de euros por proyecto.

“La industria española del vehículo eléctrico necesita inversiones transformadoras que aseguren su papel dentro de la cadena de valor europea”, apunta Motilva. Para la consultora, este tipo de convocatorias representan una oportunidad de captación de proyectos internacionales que buscan instalarse en Europa, y sugiere que la agilidad en la tramitación puede ser un factor determinante para su éxito.

Cadena de valor

La segunda sección del PERTE VEC IV, centrada en actuaciones integrales sobre la cadena de valor, permitirá presentar proyectos enfocados a la producción de vehículos eléctricos, el desarrollo de componentes adaptados a esta tecnología y sistemas asociados como software de conectividad, infraestructura de recarga o soluciones de reciclaje de baterías. También se contemplan proyectos de I+D+i en pilas de combustible y otras tecnologías emergentes vinculadas al ecosistema del vehículo eléctrico y conectado.

Cada empresa podrá presentar una única solicitud por establecimiento industrial, compuesta por un plan de inversiones que puede incluir varios proyectos autónomos. Las líneas de actuación abarcan desde la investigación y el desarrollo hasta la inversión productiva y las ayudas regionales, con intensidades de ayuda que oscilan entre el 25% y el 70% según el tipo de proyecto y el tamaño de la empresa.

“La diversificación de líneas y la posibilidad de incluir varios proyectos en una misma solicitud facilitarán una participación más amplia del tejido empresarial”, destaca Motilva. A su juicio, uno de los avances más significativos es la adaptación de la convocatoria a las capacidades reales de las pymes industriales, que podrán acceder a líneas específicas de apoyo.

Los proyectos deberán ejecutarse en un plazo máximo de 40 o 60 meses y podrán financiar hasta el 80% del presupuesto subvencionable. Las ayudas, que podrán formalizarse también como préstamos con un tipo de interés que se establecerá cuando se publique la convocatoria y un periodo de carencia de tres años, estarán sujetas a la presentación de garantías en función de la solvencia financiera de la empresa solicitante.

El PERTE VEC IV y su contexto

Desde su creación en 2021, el PERTE VEC ha activado tres convocatorias que han movilizado más de 2.500 millones de euros y han implicado a cerca de 300 empresas del sector de la automoción en España. Estas cifras reflejan la consolidación del programa como una herramienta clave para acelerar la transición hacia una movilidad eléctrica e inteligente en el país.

El lanzamiento de esta cuarta edición, acompañado de una reconfiguración de su estructura de gestión mediante Sepides, marca un nuevo capítulo en el despliegue de los fondos europeos en la industria del automóvil. La publicación de las bases reguladoras en el BOE este viernes abre la cuenta atrás para la presentación de proyectos que, en las próximas semanas, competirán por acceder a los fondos disponibles.