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Investigación y desarrollo

Los gastos de España en I+D crecieron un 15,8% en 2023

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El gasto en investigación y desarrollo (I+D) internos en España alcanzó en 2023 los 22.379 millones de euros, según datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este monto representa un crecimiento del 15,8% respecto al año anterior. En términos de peso sobre el Producto Interior Bruto (PIB), la inversión en I+D ascendió al 1,49%, consolidando de esta forma su recuperación tras años de cifras moderadas.

El sector empresarial continuó siendo el principal impulsor del gasto en I+D en España, concentrando el 56,4% del total, mientras que el resto se distribuyó entre la enseñanza superior, que representó un 25,5%, y la administración pública, con un 17,8%. Este último sector lideró en términos de incremento porcentual, con una subida del 19,9% en su inversión durante 2023, lo que refleja un esfuerzo significativo por parte del Estado para reforzar las capacidades de investigación. Por su parte, las empresas incrementaron su gasto en un 15,7%, mientras que las universidades y otros centros de enseñanza superior lo hicieron en un 13,6%. Las entidades privadas sin ánimo de lucro, aunque con un peso mucho menor, también contribuyeron con un 0,3% del gasto total.

En términos de financiación, las empresas aportaron la mayor parte de los recursos destinados a I+D, con un 48% del total, seguidas por la administración pública, que contribuyó con un 38,3%. Los fondos extranjeros y otras fuentes completaron el reparto. Dentro del ámbito empresarial, el 80,5% del gasto fue cubierto con recursos propios, lo que evidencia un interés sostenido del sector privado en la investigación como motor de innovación y competitividad.

La creciente participación del sector privado en la financiación y ejecución de actividades de I+D ha sido clave para este aumento generalizado. Al mismo tiempo, la administración pública no solo ha incrementado su inversión directa, sino que también ha promovido medidas para fomentar la colaboración público-privada, canalizando recursos hacia proyectos estratégicos de innovación.

Más empleo en el sector de la investigación

El número de personas empleadas en actividades de I+D también creció significativamente durante 2023. Según el INE, 282.415 profesionales participaron en estas actividades, lo que supone un incremento del 7,2% respecto al año anterior. De ellos, 175.044 fueron investigadores, un colectivo que creció un 8,2%. En cuanto a la participación de mujeres en el sector, estas representaron el 40,9% del total de empleados en I+D. La administración pública y las instituciones privadas sin ánimo de lucro destacaron por una mayor representación femenina, con porcentajes del 54,5% y el 52,5%, respectivamente.

Este aumento en el empleo refleja la expansión de las actividades de I+D y la mayor demanda de perfiles altamente cualificados, especialmente en sectores estratégicos como la tecnología, la salud y la sostenibilidad. Además, subraya la importancia de continuar fomentando la igualdad de género en el ámbito científico y tecnológico.

Diferencias regionales en inversión

El análisis por comunidades autónomas revela importantes disparidades en el gasto por habitante en I+D. El País Vasco, Madrid y Cataluña se posicionaron como las regiones con mayor inversión per cápita, con 925,5 euros, 862,3 euros y 668,7 euros, respectivamente. Estas cifras contrastan con los valores más bajos registrados en Canarias (138,1 euros), Castilla-La Mancha (158,3 euros) y Baleares (163,1 euros).

En términos de crecimiento anual, Galicia, Asturias y Baleares lideraron los incrementos relativos, con tasas del 28,2%, 28,1% y 22,4%, respectivamente. Por el contrario, Melilla (4,2%) y Castilla-La Mancha (6%) mostraron los aumentos más modestos, reflejando la necesidad de una mayor convergencia regional en el desarrollo de capacidades de I+D.

A pesar de estos avances, España sigue situándose por debajo de la media europea en porcentaje del PIB dedicado a I+D, lo que pone de manifiesto el desafío de seguir reforzando esta área para converger con los estándares de las economías más avanzadas de la Unión Europea. Según los últimos datos comparativos disponibles, países como Alemania y Suecia dedican más del 3% de su PIB a la investigación, más del doble que España.