Huelva, una provincia con un tercio de su territorio protegido, enfrenta un desafío recurrente: la proliferación de mosquitos en sus extensas zonas de marismas. Para mitigar el impacto de esta problemática en la salud pública y en actividades económicas clave como el turismo y la agricultura, la Diputación Provincial de Huelva ha puesto en marcha una consulta preliminar al mercado destinada al desarrollo del proyecto innovador Mosquito Tracker. Con este proceso, cuyo plazo de presentación de ofertas se ha ampliado al 7 de febrero, la Diputación busca identificar potenciales proveedores y soluciones tecnológicas avanzadas para implementar un sistema integral de control sostenible. Zabala Innovation organizó un webinar para explicar todos los detalles de la consulta, el día 23 de enero, a las 10.
“Queremos conocer qué ofrece el mercado para ayudarnos a enfrentar este reto”, explica Raimundo Miranda, director del Área de Medioambiente y Energía de la Diputación. “La consulta preliminar al mercado, en la que Zabala Innovation nos acompaña, es una herramienta esencial para explorar las capacidades tecnológicas disponibles y diseñar una solución específica para nuestra región”.
El proyecto Mosquito Tracker nace con un doble objetivo: proteger la salud pública y garantizar el equilibrio ambiental en un entorno natural único. Para ello, apuesta por integrar tecnologías disruptivas como sensores IoT, inteligencia artificial y drones, junto con estrategias de biocontrol respetuosas con los ecosistemas locales.
Susceptible de ser financiado en el marco de la Línea de Fomento de Innovación desde la Demanda (Línea FID) para la Compra Pública de Innovación, con una inversión estimada de al menos 3 millones de euros, Mosquito Tracker se aplicará en una provincia, la de Huelva, que alberga ecosistemas tan emblemáticos como Doñana, el Parque Natural Marismas del Odiel o el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Estos espacios protegidos son hábitats de una biodiversidad excepcional, pero también zonas donde las condiciones climáticas y ambientales propician la proliferación de mosquitos.
“Gran parte de nuestro territorio está sometido a movimientos mareales que generan marismas, un entorno ideal para comunidades de mosquitos”, detalla Miranda. Este fenómeno natural puede generar consecuencias negativas si no se gestiona adecuadamente. “Gracias a nuestras labores de vigilancia y control, hemos logrado minimizar los efectos de las plagas y permitir el desarrollo sostenible de sectores estratégicos como el turismo y la agricultura”, añade.
Tecnología y sostenibilidad como pilares del proyecto
El proyecto Mosquito Tracker se presenta como una evolución de estas actividades, al incorporar un enfoque integral que combina innovación tecnológica y sostenibilidad ambiental. Miranda subraya que la clave está en utilizar herramientas avanzadas para anticiparse a la proliferación de mosquitos y actuar de manera eficaz.
“Buscamos sistemas que integren inteligencia artificial para modelos predictivos, sensores que recopilen datos en tiempo real y drones para monitorear zonas de difícil acceso. Todo ello debe estar alineado con una estrategia sostenible que respete los ecosistemas locales”, explica.
El impacto de este enfoque trasciende la salud pública. En palabras de Miranda, “la implementación de estas tecnologías refuerza la posición de Huelva como un referente en innovación y en el uso de herramientas digitales para resolver problemas complejos”.
La consulta preliminar al mercado, publicada el 13 de enero en la Plataforma de Contratación del Estado, es el primer paso para definir los detalles del proyecto y garantizar su éxito. Este proceso no solo permite a la Diputación identificar a los potenciales proveedores, sino también recopilar propuestas innovadoras que respondan a las necesidades específicas del territorio.
“Es fundamental escuchar al mercado. Queremos conocer qué soluciones existen, qué tecnologías están disponibles y cómo podemos adaptarlas a nuestra realidad”, destaca Miranda. Este enfoque colaborativo no solo fomenta la participación del sector privado, sino que también asegura que las soluciones desarrolladas sean viables, escalables y sostenibles.
Beneficios para la región y replicabilidad
El impacto de Mosquito Tracker se espera en varias dimensiones clave. En primer lugar, la reducción de la proliferación de mosquitos mejorará la calidad de vida de la población, especialmente en zonas vulnerables. Además, se fortalecerá la actividad económica al garantizar condiciones óptimas para el turismo y la agricultura, sectores esenciales para la provincia.
Otro aspecto destacado es la preservación del entorno natural. “Cualquier medida que tomemos debe ser respetuosa con nuestros ecosistemas. No podemos olvidar que estos espacios protegidos son un valor diferencial de nuestra región”, asegura Miranda.
Asimismo, la apuesta por tecnologías avanzadas posicionará a Huelva como un modelo a seguir en innovación. “Este proyecto es una oportunidad para demostrar que las administraciones públicas pueden liderar soluciones innovadoras y sostenibles”, según el director de Medioambiente.
El enfoque de Mosquito Tracker tiene el potencial de ser replicado en otras regiones de España y Europa con condiciones similares. “Muchos territorios enfrentan problemas parecidos al nuestro. Si logramos desarrollar un sistema eficaz, su escalabilidad y replicabilidad serán un valor añadido enorme”, afirma Miranda.
La Diputación de Huelva ya cuenta con una amplia red de colaboradores que incluye instituciones públicas, universidades y centros de investigación, lo que facilita la transferencia de conocimiento y la adopción de buenas prácticas en otros territorios.
Un futuro marcado por la colaboración público-privada
La consulta preliminar del mercado también abre la puerta a una colaboración más estrecha entre el sector público y el privado. Para Miranda, este es uno de los aspectos más relevantes del proyecto. “La Compra Pública de Innovación nos permite trabajar codo a codo con empresas tecnológicas, aprovechando su talento y capacidad para desarrollar soluciones a medida”.
El proyecto, que podría ejecutarse en un plazo de 24 a 30 meses, está diseñado para evolucionar en función de las aportaciones del mercado. “Aún es pronto para definir los detalles finales, pero confiamos en que las empresas nos aporten ideas y enfoques innovadores”, concluye Miranda.