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PERTE

Una nueva oportunidad para impulsar el sector naval

segunda convocatoria del perte naval

Todo está listo para la segunda convocatoria del PERTE Naval. A principios de este mes el Consejo de Ministros autorizó al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a adquirir compromisos de gasto para financiar la convocatoria de ayuda a actuaciones de integración y transformación de la cadena de valor industrial del sector naval. Tras la primera, que cerró el 5 de septiembre, “el lanzamiento de la segunda convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para la industria naval se espera este mes, y su cierre, en un máximo de 60 días”, asegura Daniel García, director de la sede de Andalucía y Extremadura de Zabala Innovation.

Esta nueva línea de ayudas del PERTE Naval, que García no duda en definir “clave”, está estructurada de la misma forma que la del PERTE VEC. Sus beneficiarios serán consorcios empresariales multirregionales compuestos por, al menos, seis entidades, de las que dos tienen que ser astilleros y al menos uno de ellos perteneciente al sector privado, en un proyecto tractor estructurante formado por proyectos primarios adscritos a tres bloques: diversificación, digitalización y sostenibilidad.

Las ayudas de la segunda convocatoria del PERTE Naval

Estas ayudas revestirán la forma de subvenciones, préstamos o una combinación de ambos, en función de si los proyectos son de I+D+i, inversión, sostenibilidad. La segunda convocatoria del PERTE Naval instrumentará las ayudas mediante la concesión de préstamos con un tramo no reembolsable (ayuda en forma mixta de préstamo y subvención). En cuanto a las subvenciones, en función de la tipología de proyecto y su tamaño, las empresas participantes recibirán las ayudas que se detallan en la tabla a continuación.

 


 

Serán financiables las inversiones y gastos realizados desde el día siguiente a la presentación de la solicitud y hasta un plazo máximo de 30 meses contados desde la fecha de resolución de la concesión o hasta el 30 de junio de 2025, lo que tenga lugar antes.

La modernización y diversificación del ecosistema naval español – un sector manufacturero estratégico que da empleo cualificado a más de 70.000 personas y genera 7.500 millones de euros de facturación anual – son los dos grandes objetivos del PERTE Naval. Busca llegar al conjunto de la cadena de valor, al apoyar desde el personal investigador y el mundo académico hasta los proveedores y prestadores de servicios, y al tener en cuenta desde empresas emergentes y pymes hasta grandes compañías. Ante un mercado cada vez más globalizado y cambiante, este PERTE busca defender la competitividad de España a medio y largo plazo.

Una atención especial está puesta en mantener la aportación de este sector a la autonomía estratégica industrial, diversificar la actividad hacia las energías renovables marinas, digitalizar la cadena de valor, incrementar la sostenibilidad medioambiental, y mejorar la formación y capacitación de los empleados.

Unos 1.500 millones de euros para una industria estratégica

En su conjunto, este PERTE movilizará 1.460 millones de euros, de los que 310 millones de euros procederán del sector público y otros 1.150 millones de euros de la inversión privada. Se calcula que el PERTE Naval incrementará la competitividad del sector alrededor de un 15% y hará que este crezca un 9% anual. En el ámbito laboral, se espera que contribuya a la creación de 3.100 puestos de trabajo de calidad, principalmente en regiones periféricas.

“Al igual que en la automoción, también en el sector naval existe una concentración de empresas tractoras”, explica García, al referirse a la veintena de astilleros con capacidad para construir buques de más de 100 GT en España – representados en su gran mayoría por la asociación Pymar – y a la empresa pública Navantia, la principal en este ámbito. “Es cierto que ya existe una industria auxiliar muy variada en la que participan muchas pymes, pero este PERTE persigue transformar la cadena de valor industrial del sector naval, especialmente a través de la diversificación, lo que permitirá la entrada de otros sectores industriales como el energético”, concluye.