De 4 profesionales en 2017, fecha en la que se abrieron las oficinas de Zabala Innovation en la capital vizcaína, a 16 profesionales en este 2020, en plena crisis COVID. El crecimiento del equipo de Zabala Innovation en el País Vasco ha sido progresivo, al ritmo que ha demandado el ecosistema de innovación de la región; hace que abramos nueva oficina en Bilbao.
Solo el año pasado, Euskadi gastó 1.423,4 millones de euros en actividades de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (I+D interna), lo que supone un 4,4% más que en 2017 y la mayor cifra de la serie histórica registrada, según datos de Eustat. Destina una inversión que se encuentra en el 2,03% sobre el PIB, un dato que refleja el fruto del esfuerzo sostenido de empresas y administraciones públicas.
En sintonía con este esfuerzo, a pesar de la situación complicada para las empresas por la crisis COVID en la que estamos sumergidos, Zabala Innovation decide mantener la apuesta por una presencia fuerte en la región, a un ritmo que le ha llevado a multiplicar por 4 su equipo en solo 3 años.
Apostar por la innovación en tiempos de crisis
Aitor Garro, como responsable de la sede de Zabala Innovation en Bilbao, ha querido señalar precisamente que “la única salida a esta crisis que vivimos es la apuesta firme y fuerte por la Innovación. La experiencia arroja datos objetivos: los países, regiones y empresas que mejor han hecho frente a anteriores crisis son los que más han invertido en I+D. Y en esta ocasión se volverá a confirmar, no nos cabe la menor duda.”
En este sentido, con más de tres décadas de trayectoria impulsando las actividades de I+D+i de sus clientes, desde pymes hasta organismos de investigación o las propias administraciones, afirma que “en tiempos de crisis es cuando son más necesarios los cambios en las empresas y es cuando se agudiza más el ingenio para salir airosos de las situaciones difíciles. Así que, es buen momento para impulsar la innovación en productos, procesos y organizaciones para adaptarnos al cambio que estamos sufriendo. Es el momento de apoyar a la industria vasca, que desarrolla tecnología y crea valor, que genera empleo y produce un efecto de arrastre sobre el resto de la economía, con el acento puesto en la innovación que llega a mercado».